Guerra Del Pacífico
Una
valerosa historia por contar
1.
Conflictos de delimitación
territorial entre Chile y Bolivia
A comienzos de 1800, no estaba establecido
un límite de fronteras entre Chile y Bolivia, lo que dividía a estos dos países
era Antofagasta. El límite de frontera de Chile era en el grado 26° de latitud
al norte con Bolivia, pero pronto el país sureño, Chile, al tener una política
expansionista, comenzó a invadir discretamente el territorio boliviano al
enviar personal chileno a la búsqueda de nuevas riquezas y al encontrarlas iban
estableciéndose en una demarcación que no les correspondía. Bolivia establecía
que su frontera se demarcaba en el paralelo 26 pero Chile alegaba que su límite
era en el paralelo 23, esto se debía a que el gobierno boliviano no sabía de la
existencia de depósitos de salitre descubiertos por los chilenos, que poseían
un alto valor en el mercado de Reino Unido. Conforme se iban firmando tratados
entre Bolivia y Chile para no entrar en conflictos por demarcación territorial
ya que desde tiempos antiguos todo el territorio era uno solo y no se conocían
fronteras entre ambos países. Al enterarse el gobierno boliviano de las
conspiraciones de invasión de parte del gobierno chileno, estableció un acuerdo
que beneficie a ambos: de las latitudes de 23° a 25° en el meridiano, los dos
países obtendrían los beneficios de las riquezas que se descubren en esas
vastas tierras y un ejemplo de ello fue el descubrimiento de las guaneras de
Mejillones.
2. Perú, Bolivia y Chile como
exportadores del salitre
Ya desde tiempos de los Incas el guano de
las islas se encontraba en las islas de Chincha y del sur, que con la llegada
de los españoles no tenía un valor tan importante, porque era otra, donde lo que
generaba riqueza era la explotación de metales preciosos como el oro y la
plata. A su llegada lo que importaba era descubrir la Gran Ciudad de Oro. Con
el pasar del tiempo y remontándonos al siglo XVIII cuando surge la gran
Revolución Industrial en Inglaterra, donde la mano de obra pasa a ser
desplazada por las máquinas que eran la primacía y la revolución de la
agricultura jugaba un papel muy importante en la economía de Europa, Inglaterra
comenzó a ver al Perú de manera diferente, nuestro territorio poseía un recurso
eficaz para el crecimiento de los cultivos. Por los años de 1840 se
establecieron contratos entre Perú y Europa, como empresario peruano Francisco
de Quiroz y como empresa europea La Casa Dreyfus y Hnos. Nuestro país se
encontraba en la mejor época económica de su historia. Los grandes años de
prosperidad que se vivía en el Perú se veía reflejada en los países que
compraban el guano de las islas, era un producto tan cotizado ya que por esos
tiempos el boom era la Revolución Industrial y los principales mercados que
adquirían este producto eran de Europa y Asia. A tal época de apogeo vino su
decadencia; el guano de las islas perdió valor en el mercado internacional con
la aparición de un nuevo fertilizante para los cultivos, el salitre. Este
producto no solo era un fertilizante, sino que tenía aplicaciones en la
medicina y en la fabricación de pólvora, Chile poseía en su territorio pocas
cantidades de salitre por lo que le pidió a Bolivia permiso para explotar
salitre en Antofagasta pagando un impuesto de cinco centavos por cada quintal
de salitre por un periodo de veinticinco años, el gobierno boliviano aceptó. Bolivia
tenía cierto temor porque tenía conflictos territoriales con Chile y decide
hacer un Tratado de Alianza Defensiva con el Perú, aparte que quería que
Argentina se uniera al tratado, pero este se negó; Bolivia y Perú firman el
Tratado de Alianza Defensiva o Pacto secreto el 6 de febrero de 1873 por José
de la Riva Agüero y Juan de la Cruz
Benavente.
3.
Causas de la Guerra
Perú por esos tiempos se
catalogaba como el monopolio de este recurso, firmó el tratado porque le
convenía tener de aliado a Bolivia ante una posible invasión de Chile a
Tarapacá, Arica y Tacna, grandes yacimientos de salitre, aparte que quería
establecerse como único monopolio en el extranjero. El gobierno de nuestro país
en ese entonces planteaba que, si establecía alianzas entre los países vecinos,
eran menos las posibilidades de que si un estado ajeno convenía invadir las
ricas tierras peruanas se apropiara de millas que no le correspondían. Nuestro vendía
el salitre a sesenta centavos cada quintal, dato que no sabía Bolivia; al estar
en el poder boliviano el presidente Hilarión Daza, en 1878, se entera de eso y se
indigna por el impuesto tan bajo que se le cobra a Chile por la explotación de
salitre en sus tierras; ve a este país como un posible invasor, por lo que sube
a diez centavos cada cien libras de salitre explotado, a lo que Chile protesta
porque el contrato estaba en vigencia y decide no pagar el nuevo impuesto, esto
ocurrió durante un año, a este acontecimiento se le conoció como El escándalo
de los diez centavos. Bolivia al estar confiado en su Pacto secreto decide
embargar las maquinarias explotadoras de salitre en Antofagasta y le declara la
guerra a Chile. El país expansionista al enterarse del Pacto secreto lo toma
como prueba de conspiración y le declara la guerra a Bolivia y envía tropas
militares chilenas a ocupar Antofagasta. Bolivia pide ayuda inmediata al Perú
tras el acuerdo firmado porque allí se establecía que ante una invasión de otro
estado el otro país intervenía en su ayuda por bien de los ambos. Nuestro país
manteniéndose fiel al acuerdo interviene. El 4 de marzo de 1879 envían como
ministro plenipotenciario a José Antonio Lavalle para mediar entre el conflicto Bolivia-Chile, desembarca
en Valparaíso con una misión conciliadora al conflicto pero obtiene respuestas
negativas y malos tratos al pisar tierras chilenas, el presidente chileno
Aníbal Pinto Garmendia se niega a llegar a una conciliación porque Lavalle le
exigía que retire las tropas chilenas de Antofagasta, Lavalle va por una
segunda vez y el canciller chileno Alejandro Fierro Pérez de Camino le pregunta
si conocía de la existencia del pacto secreto entre Bolivia y Perú, pero como
Lavalle estaba instruido en negar cualquier cuestión sobre ese pacto secreto,
responde de manera negativa y que
prefiere hablar de ese asunto que desconocía supuestamente con su cancillería.
Al día siguiente de llegar al Perú, un 5 de abril de 1879, se conoce la noticia
que Chile le declara la guerra al Perú por querer interferir en un conflicto
que no le correspondía y por la firma del acuerdo secreto.
4. Campaña
marítima
El proceso de la guerra comienza con las
campañas navales, el 21 de mayo de 1879 se da la primera campaña fue el Combate
de Iquique, Chile bloqueó el puerto peruano de Iquique con su Corbeta Esmeralda
comandada por el general Arturo Prat Chacón, como embarcación peruana al mando
de Miguel Grau Seminario teníamos el Huáscar, que combatió vía marítima
defendiendo nuestra patria, él al mando del Huáscar bombardeó y espoloneó a la
Corbeta Esmeralda, es decir hincó con la punta de la proa del barco, hasta
hacerlo hundir, valerosamente Arturo Prat embarcó en el Huáscar pero recibió un
disparo que terminó con su vida. Nuestro general a mando, ordenó que los
náufragos chilenos fueran rescatados y envió una carta de condolencia a Carmela
Carvajal de Prat y enviándole los restos de su esposo; con este acto
curioso, Miguel Grau recibió el apelativo de Caballero de los Mares. Pasaron
los meses, un 8 de octubre de 1879, Grau al mando del Huáscar emprende el
combate de Angamos, ya de regreso a Lima es emboscado por embarcaciones
chilenas blindadas, que según se dice fueron otorgadas por Gran Bretaña pues
este tenía intereses comerciales con respecto al salitre y creía que Chile era
el mejor país para establecer contratos de explotación. Grau sabía que estaba
en desventaja frente al número de embarcaciones chilenas que tenía enfrente,
pero aún así decidió defender al Perú, el Huáscar es bombardeado y el cuerpo de
Grau cae despedazado, Elías Aguirre como segundo comandante se hace cargo de la
situación y también muere defendiendo a nuestro Perú. Es por eso que cada 8de
octubre se establece recordamos este combate en Perú y el 21 de mayo en Chile
en honor los soldados caídos en estos combates.
5. Campañas
terrestres
Chile obtuvo la captura de los buques
capitales del Perú poniendo en riesgo nuestra protección en las costas, en los
meses de noviembre y diciembre las tropas chilenas desembarcaron en Pisagua al
norte de Iquique para atacar a las tropas bolivianas que se desplazaban al sur,
esto provocó la derrota de las tropas aliadas en la Batalla de Dolores en San
Francisco, vencidos se reunieron con otra parte de los militares que iban al
sur en Tarapacá, es allí donde reducen a las tropas chilenas en la Batalla de
Tarapacá, pero los militares bolivianos y peruanos al quedarse sin recursos
tienen que caminar durante 20 días hasta Arica, por lo que el gobierno
boliviano ya pensaba en desistir en pelear por recuperar Antofagasta. En los meses
de diciembre de 1879 y junio de 1880, se dan las batallas de Tacna y Arica; ya
que Chile pensaba invadir estos territorios por la explotación del salitre que
seguía en pie pese a los conflictos ocasionados, el contralmirante Lizardo
Montero Flores estaba a cargo del Ejército del sur que participó en la Batalla
de Tacna que se dio el 26 de mayo de 1880; aquí Bolivia decide ya no participar
en la Guerra sino envía armamento y dinero por lo que en la segunda batalla, la
de Arica, que se inició el 7 de junio de 1880, se da la participación de
Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte que al mando de un ejército mucho menor en
número al de los chilenos decide combatir, hasta perecer, como defensa se construyó el Morro de
Arica, muros de sacos de arena, donde se concentraron 400 defensores peruanos al
mando de Bolognesi, Manuel J. La Torre, Alfonso Ugarte, Roque Saénz Peña y Juan
Guillermo More. se
cuenta que Francisco Bolognesi dando un discurso a los soldados que defendían
nuestro país dijo: Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar
el último cartucho; y no dijo por decir pues lo cumplió, Bolognesi participó en
la batalla a pesar de estar ya anciano, ya herido de bala siguió combatiendo
con arma en mano hasta que murió de un balazo en la cabeza; los soldados
peruanos al ver el suceso siguen combatiendo defendiéndolos restos de Francisco
Bolognesi para luego ser trasladados al Perú, Alfonso Ugarte que era partícipe
de la batalla al ver como caían los soldados y como eran muertos a manos de los
chilenos, decidió subir a su caballo con la bandera peruana en la mano para que
no sea tomada como trofeo de guerra por los chilenos y tirarse desde el Morro
de Arica a los peñascos del mar, muriendo instantáneamente. Tiempo después se
dio la Campaña de Lima, con las Batallas de San Juan y Chorrillos y la de
Miraflores, según la historia, éstas fueron las batallas más sangrientas de la
historia de Sudamérica, las tropas chilenas comenzaron a ocupar Lima y Callao,
ante esto, Perú pide ayuda a Argentina que en un primer momento se
había negado, al saber de esto el presidente de Chile, Aníbal Pinto, le propone
al presidente de Argentina, Julio Roca, que no integre la Alianza Defensiva, a
cambio Chile renunciaba a las vastas tierras de la Patagonia, solo tomaría parte
del pedazo de la Patagonia que limitaba con el Océano Pacífico, porque también
estos países mantenían en conflicto de a quién le pertenecía este territorio,
Argentina aceptó y no apoyó a la Alianza; de este modo Perú tenía que luchar
solo y con los armamentos de Bolivia. Por esos tiempos se creía que Perú ya
tenía perdida la Guerra, se hace manifiesto Miguel Iglesias, el 31 de agosto de
1882, con el grito de Montán que se dio en la Hacienda del mismo nombre, en la
provincia de Chota en la provincia de Cajamarca; el Manifiesto de Montán fue la
proclamación de la necesidad de acordar la paz con Chile de manera que se
estableciera por la paz, que Perú ceda los territorios del sur a Chile como
vencedor. Andrés Avelino Cáceres como dominaba el quechua pudo influir sobre la
población indígena peruana, entonces organizó un ejército en la sierra central,
una manera de resistencia, llamada la Campaña de Breña que se dió desde 1881 a
1883, cada vez que las tropas chilenas llegaban con intenciones de querer
invadir y violentar los derechos de los pobladores andinos, estos bajo el mando
de Cáceres, se encontraban en los cerros escondidos, formando montoneras y al
ver a las tropas chilenas llegar les lanzaban rocas desde arriba, así ganaban
ventaja a los enemigos y luego se disponían a atacar. Andrés era conocido por
sus paisanos como Taita Cáceres y se ganó el adjetivo de Brujo de los Andes por
los soldados chilenos, porque siempre aparecía cuando el ejército chileno se
disponía a atacar a pesar de los planes de invasión, Andrés Avelino para ellos
estaba presente en todas partes. Él continuó al mando de la resistencia andina hasta
que las esperanzas se fueron perdiendo tras la derrota en la Batalla de
Huamachuco el 10 de julio de1883, aquí el coronel Leoncio Prado es considerado
por los soldados chilenos como un ejemplo de amor verdadero
al Perú, en la batalla ya siendo ganada en un principio por nuestro país al
redoblarse las fuerzas ante Chile, alguien soltó el grito de que faltaban
municiones y ante esto las tropas chilenas avanzaron atacando con granadas a
nuestro ejército; el coronel Leoncio Prado vió como su pierna derecha estaba
hecha astillas, por lo que fue refugiado en una cueva, a la mañana siguiente
Cáceres le envió un sacerdote para que le impartiera los óleos; y mandó al
indio Julián Carrión para que lo refugie en su casa, éste al llegar al pueblo
en busca de ayuda, da la información confidencial a personas que revelaron el
nombre del herido de lo cual los militares chilenos se enteran y capturan a
Carrión para que les revele la localización de Prado. Al encontrar a Prado lo
aprisionaron, sin amputarle la pierna herida que le estaba ocasionando mucho
dolor, éste pedía que le den muerte fusilándolo, pero los generales chilenos
hacían caso omiso, desangrándose al final le dieron muerte fusilándolo en su
propia camilla. Andrés Avelino Cáceres siguió combatiendo hasta la firma del
Tratado de Ancón a lo cual no estaba de acuerdo.
6. Pérdida
de territorios de Bolivia y Perú
Tras cuatro años y medio de Guerra, Miguel
Iglesias como presidente del Perú, un 20 de octubre de 1883, firma el Tratado
de Ancón, un Tratado de Paz y Amistad entre las repúblicas de Chile y Perú, se
firmó en Lima, representando al Perú José Antonio Lavalle y como representante
de Chile, Jovino Novoa Vidal; en este Tratado se establecía que el Perú cede la
región de Tarapacá para siempre y los territorios de Tacna y Arica por un
periodo de diez años. Quien se opuso a tal firma fue Andrés Avelino Cáceres, pues
creía que se podía seguir luchando hasta ganar la Guerra y no ser derrotados
por Chile, favoreciendo su política expansionista. Se produjo
un conflicto civil entre Miguel Iglesias y Andrés Avelino, por lo resultó
ganando este último. Bolivia pierde Antofagasta y por lo tanto pierde su salida
al mar. Chile no cumple el Tratado y se apropia de Arica y devuelve Tacna al
Perú en 1929.
7. Consecuencias
que quedan en la historia
Como consecuencias de la Guerra que tuvo
una duración de cuatro años y medio, tenemos la disolución de la alianza
Bolivia-Perú, quizás en parte porque siendo el conflicto con Bolivia en un
principio, dejó que el Perú se haga cargo del proceso de la Guerra, si bien es
cierto el país boliviano aportó armas y dinero, pero lo que faltaba a nuestro
país eran soldados, porque el ejército chileno nos superaba en número. Resalto
la participación victoriosa del ejército aliado: Bolivia; pero hubo muchas más
campañas en el proceso, hay que valorar la valentía de los campesinos e
indígenas que al mando de Cáceres lucharon contra los chilenos, tenían claro lo
que le estaba pasando a su patria, como la defendían, porque era la causa de
todos, la Guerra se había extendido por el mar y la tierra, estos hombres
temerarios sabían que bien iban a ganar o morir, y sabían que esto se contaría
muchos años después, la acción de nuestros héroes que no dudaron ni un minuto en dar su vida
por el Perú, muriendo a manos de los chilenos en vez de rendirse, ese es el orgullo
peruano que nos caracteriza. También hay sucesos tristes que debemos recordar,
tener presente las vejaciones a las que fueron sometidos nuestros paisanos,
porque seamos de la costa, sierra y selva somos hermanos: paisanos; cuando
ocurrían las invasiones de las tropas chilenas, no llegaban en son de paz,
llegaban a los poblados y mataban a los pobladores varones, a las mujeres
las violaban sin piedad, esa fue nuestra realidad, todos fuimos víctimas de un
conflicto por intereses extranjeros. Y Perú por intervenir quedó solo, por
querer ayudar, y firmar un Tratado secreto que, si no se hubiese realizado, esa
parte desgarradora de nuestra historia no se contaría; Chile como invasor,
sostenía que para someter a los pueblos a su dominio debían cometer actos
injustos con ellos. Recordemos la Matanza de bomberos en Chorrillos, almas
humanas que también participaron, siendo muertos a balas, la mayor matanza de
la historia y recordar a nuestros héroes, una actitud de caballerosidad a
Miguel Grau, a pesar que hundió la Corbeta Esmeralda, les dio refugio a los
náufragos chilenos, al ser otro los fusila y los tira al mar, pero él
demostraba no ser como el enemigo, al igual que Francisco Bolognesi en sus años
de ancianidad decide defender a su patria, y como decía él, tenía deberes
sagrados que cumplir y los cumpliría hasta quemar el último cartucho, Bolognesi
tenía claro que le esperaba, una muerta digna pero salvando a su país, y como
no mencionar a Alfonso Ugarte que se tiró del Morro de Arica al mando de su
caballo, teniendo en la mano nuestra bandera peruana, tal acto de valerosidad
de no permitir que nuestro símbolo no caiga como trofeo de guerra en manos
chilenas, basta recordar que Chile tiene en mente humillarnos por decirlo así,
porque como derrotados ellos tenían el control de decidir si moríamos o no o que
cometan con nosotros cualquier acto de violación a los derechos humanos, Ugarte
se tiró del Morro tras una repercusión para no ser alcanzado, sabía lo que iba
a hacer caer en unos peñascos, para destrozar su cuerpo pero no caer rendido
ante miradas chilenas. Y Taitita Cáceres que se aparecía para arruinar los
planes trazados por los generales chilenos, si ellos se iban por los cerros
para sorprender a los campesinos en los campos, estos ya se encontraban en las
montoneras lanzándoles rocas para que el ejército chileno se retire, Cáceres
era muy hábil para no valorar las grandes maneras de invasión por parte de
Chile.
Pero en un momento los
chilenos supieron valorar lo que significaba para los peruanos caídos en
batalla, el amor por defender al Perú, lo resaltan historiadores chilenos, que
valoran el sentimiento de afecto por parte del coronel Leoncio Prado, este tras
estallar una granada cerca de él que le destroza la pierna derecha, a pesar de
estar herido es apresado por la escuadra chilena, no tienen piedad de él y
no le amputan la pierna que al parecer se le estaba infectando lo que le
ocasionaba dolor, a pesar de ello , Pradito como le decían, pidió a un soldado
del enemigo que le dé un balazo en la cabeza porque ya no soportaba el dolor de
la herida. El soldado consulta la petición con su General, pero éste hace caso
omiso; ante esto Pradito destaca la labor de los soldados chilenos en el manejo
de armas y estrategias aplicadas para desplazarse por el campo en que debían
luchar; se hizo amigo de ellos, pero le tocaba su hora, con la herida en estado
de emergencia fue fusilado en su camilla.
8. Tacna
y su gente
Tras la firma del Tratado de Ancón se
estableció que se debía ceder Tacna y Arica a Chile por un periodo de diez
años, el país vencedor no respeta el Tratado y se queda con Arica, Chile no
devolvió al Perú a Tacna, a pesar de que el periodo de diez años ya se había
culminado, Tacna nos es devuelta hasta 1929, cuarenta y seis años después. Se
cuenta que Chile al saber que el periodo estipulado en el Tratado estaba por
culminar dio a elegir a los habitantes de Tacna, si querer ser parte de su
República o considerarse habitantes del Perú; es claro que Chile en un momento
quizo apropiarse de nuestro territorio, Chile veía que los habitantes de Tacna
no se sentían identificados como parte de su país, y sabían por qué, ellos se
sentía más peruanos y tenían la esperanza de volver a tener el título de ser peruanos
porque el sentimiento ya lo poseían.